Importancia del envejecimiento activo

No solo se trata de practicar ejercicio o seguir una alimentación saludable, el envejecimiento activo también se ocupa de otros aspectos como la autonomía, la autoestima, la estimulación cognitiva o las relaciones sociales.

Cuando hablamos de envejecimiento activo estamos hablando del mantenimiento de la salud, física y mental, así como de mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Participar en la sociedad plenamente, compartir conocimientos y ser autónomos, son otras de las cuestiones que aborda este concepto y que hacen que sea tan importante ponerlo en práctica. A continuación te contamos todos los detalles.

Promoción de la salud

En los últimos años, la esperanza de vida al nacer ha aumentado considerablemente, pero el incremento de tiempo de vida en buena salud no ha sido tan significativo. Uno de los objetivos principales del envejecimiento activo es prevenir la enfermedad o actuar como refuerzo paliativo cuando esta ya existe, para que no solo vivamos más tiempo, sino que también lo hagamos en mejores condiciones.

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Nuestras conductas, como practicar ejercicio moderado, comer de forma saludable o dormir lo suficiente, son un factor determinante de bienestar y salud, por lo que es muy recomendable mantenerlas (o si es necesario incluso iniciarlas), en la tercera edad. Por otra parte, estos hábitos aportan a los mayores sensaciones de control y autoeficacia superiores, que influyen de forma positiva en su autoestima y su bienestar emocional.

La actividad física no solo disminuye el riesgo de desarrollar hipertensión, diabetes o alguna enfermedad cardiaca, también influye en el ánimo de los ancianos e incluso algunos estudios apuntan a que les ayuda a mantener sus capacidades cognitivas durante más tiempo.

Aprendizaje y participación social

Otro de los aspectos que cubre el envejecimiento activo es abordar el reto de hacerse mayor desde otra perspectiva, teniendo en cuenta las oportunidades que ofrece y todo lo que la experiencia y los conocimientos acumulados pueden aportar a nuestra vida y la de los demás.

Además del deporte engloba cualquier tipo de aprendizaje, talleres lúdicos y/o prácticos, labores que fomentan la autonomía y la vida social, voluntariados, adaptación a las nuevas tecnologías, recuerdos compartidos, programas intergeneracionales… En definitiva todo aquello que estimule, motive e invite a los mayores a sentirse activos e integrados en la sociedad.

Es un buen momento para recuperar aficiones pasadas que habíamos abandonado por falta de tiempo o incluso descubrir otras nuevas. Si además se realizan en grupo aumentará la calidad de las relaciones con los demás, ya sean familiares, amigos, cuidadores o compañeros de residencia o centro de día.

Cómo llevar un envejecimiento activo

Las recomendaciones para tener un envejecimiento activo no son tan diferentes de las que nos benefician en el resto de las etapas de nuestra vida:

  • Hacer ejercicio: para mayores de 65 años sanos se aconsejan unos 20 minutos al día de actividad aeróbica moderada, como caminar, practicar estiramientos, bailar, etc.
  • Comer bien: es fundamental seguir una alimentación saludable y lo más variada posible, con abundancia de frutas y verduras, además de proteínas y grasas de calidad, legumbres y cereales integrales.
  • Mantener la mente activa: para ello nos sirven tareas cognitivas como leer, aprender algún idioma o una materia nueva, ver películas, hacer manualidades o jugar en grupo.
  • Cuidar las relaciones sociales: la jubilación no es un motivo para desconectarnos de la sociedad, las personas mayores tienen mucho que aportar y también que disfrutar del contacto diario con los demás.
  • Algunos entornos, como el de las residencias, o los centros de día, facilitan y promueven el envejecimiento activo mediante actividades lúdicas, deportivas, de mantenimiento cognitivo o terapia ocupacional. La familia también es un elemento clave y produce un beneficio recíproco, ya que mientras ayuda a los mayores a sentirse útiles y necesarios, su colaboración muchas veces es un pilar fundamental del cuidado de los nietos y un apoyo para los hijos.

7 claves para un envejecimiento activo

La definición de envejecimiento activo por la Organización Mundial de la Salud es la siguiente: “proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”.

La tercera edad es una de las etapas más bonitas de la vida. Son los años en los que una persona debe disfrutar de su jubilación, de su familia, del ocio y el tiempo libre. Pero es verdad que no ocurre en muchos casos y que la edad cada vez más avanzada supone un problema para muchos. Vamos a detallar 7 claves para un envejecimiento activo, que nos ayudarán a aprovechar al máximo estos años de nuestra vida.

¿Cómo aprovechar al máximo la tercera edad?

La definición de envejecimiento activo por la Organización Mundial de la Salud es la siguiente: “proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Para ello, desarrollamos 7 consejos que nos ayudarán a conseguir estos objetivos:

  • Mantener unos hábitos de vida saludables: a partir de cierta edad, pasados los 50, es muy importante crearse ciertos hábitos y costumbres que seguiremos durante el resto de nuestra vida. Si por ejemplo, creamos la costumbre de salir a caminar durante 1 hora todos los días, es difícil que pasados los años dejemos de practicar esta actividad.
  • Hacer ejercicio: es recomendable practicar ejercicio todos los días, ya sea caminando o realizando una actividad acorde a nuestro estado de salud y edad. Lo importante es mantener una dinámica y permanecer activos.
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  • Llevar una alimentación adecuada: como hemos recomendado en otras ocasiones, en función de la época del año y de las necesidades personales, es bueno que la alimentación sea sana y equilibrada, para que nos aporte los nutrientes que necesitamos.
  • Permanecer en contacto con la naturaleza: especialmente cuando hace buen tiempo, la naturaleza aporta importantes beneficios a nuestro organismo. Una excursión al campo o un sencillo paseo por un río, nos hará disfrutar en contacto con estos seres vivos.
  • Cuidar mucho la salud: cada persona necesita unos hábitos de salud distintos y es importantísimo llevar un control adecuado de los mismos. Las visitas al médico a su debido tiempo, tomar los medicamentos necesarios, evitar el consumo de tabaco o alcohol… son hábitos imprescindibles para un envejecimiento activo.
  • Mantener buenas relaciones sociales y familiares: la gente ayuda a la gente, y las relaciones personales son muy importantes en la tercera edad. Tanto las que se mantiene con los amigos, vecinos o personas cercanas, como las establecidas dentro de la propia familia, son determinantes para el bienestar personal.
  • Desarrollar una ocupación: además del ocio, el ejercicio, una buena conversación… una persona mayor debe mantenerse ocupada en la medida en que su estado de salud lo permita. Participar en actividades, apuntarse a un taller, desarrollar una habilidad en casa… cualquier ocupación es beneficiosa para llevar un envejecimiento activo.